Estrellas en la oscuridad.

Querido Rey:

Hace tiempo que no te escribo. Han pasado muchas cosas. Tantas que me supera.
¿Sabes cuando aprietas las manos contra tus ojos? Al principio sólo ves oscuridad. Luego, poco a poco, pequeños puntos de luz aparecen. Son bonitos, como chispas de colores.

Pero cuando abres los ojos, la luz te deslumbra.

Mi querido Rey, el mundo ya no es tan seguro.

Lily. James. Sirius...todos se han ido. Ahora sé quien es ella, la mujer que opacaba todos los puntos de luz de mis sueños. La misma que me arrebató todo.

Nunca pensé que yo sería del tipo de gente que cede ante el dolor. La evasión del mundo ante lo más horrible, ante las peores intenciones de la gente.

He aprendido que soy débil. Supongo que lo he sabido todo el tiempo. Soy tan débil, que no soy digna de aparecer ante tí, mi Rey.

Frank es como un niño. Ya no tengo su apoyo, ya no puedo agarrarme a él. Nunca me había dado cuenta de lo mucho que le necesito. Tal vez ahora sólo pueda agarrarme a ti. Lo único que ha seguido conmigo, en mi corazón, incluso en mi oscuridad. Tiene gracia lo que la mente de una persona crea en los momentos más difíciles.

Incluso esta carta... he aprendido también la importancia de las rutinas. El día a día. Lo aprecias cuando te falta, cuando cada segundo puede ser el último.

Supongo que a pesar de saber que es inútil, incluso infantil...seguiré escribiéndote.

Mi pequeña esperanza.

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