1.6

-Gracias, Hugo, de verdad que te adoro.

Hugo le sonrió y le revolvió el pelo. Y allí estaba yo, deseando ser un poco menos listo y que me ayudase a mí también.

Marvin se levantó de la mesa y, tras un millón de gracias y elogios hacia Hugo, se fue corriendo a entregar su trabajo atrasado de Herbología.

Yo estaba profundamente distraído ese día. Llovía y no podía salir a volar. Y creo que Cho Chang interpretó que la miraba a ella, porque me guiñó un ojo. Yo le sonreí por cortesía, y cuando ella se sonrojó, supue que algo había hecho mal.

-Cedric.

Cho Chang se había levantado. Oops.

-Sí, dime.

-Estaba pensando que podrías echarme una mano...con las pociones, ya sabes.

-Sí, claro, siéntate.

Ella cambió la cara y sonrió. Coquetamente.

-Ah...no, en el Aula de Snape. Ya sabes...la práctica.

Supongo que no vi el doble sentido. Por inocente o por idiota. Y tampoco supe leer la expresión de Hugo cuando me marché.

Mi quinto impulso desmedido fue apartar a Cho Chang de un manotazo cuando me besó frente al caldero de Snape. Pero no lo hice, por educación tal vez, y cuando ella se separó de mí vi el rostro de Hugo, mirándome con algo que muy bien podría ser rencor.

-Ahí te dejo tus apuntes, Diggory. Aunque no creo que los necesites.

Supongo que me quedé bloqueado en el sitio, porque Cho Chang se colocó delante de mí, preocupada.

-¿Estás bien?

Yo recogí mis cosas como un huracán, aún en mi mundo.

-¿Tú que crees?

-No sé.

-Sólo...tengo que irme.

0 comentarios:

Entrada más reciente Entrada antigua Inicio